RAID P. DICIEMBRE 2012 ESPECIAL DUNAS (CURSO) por GREGORIO ESCUDERO (Madrid) TOYOTA LAND CRUISER 120

Día 30-11-12

Ha caído en mis manos por pura casualidad una publicidad de  Sahara4x4Xtrem. El director del curso, Xavier Raventós, nos ofrece un curso de dunas de cuatro días en los que la arena es la protagonista indiscutible.

Me pongo en contacto con él por teléfono y ya en la primera conversación me da el pálpito de que nos vamos a entender.

Lo comento con nuestro grupo y al final nos apuntamos Santiago y Carlos (este último que  vendrá desde México exprofeso para recibir el curso) y Alberto y yo que iremos juntos en su Toy ya que al ser largo nos proporcionará un extra en comodidad.

El viernes 30 de noviembre salimos de Madrid con la esperanza de aprender algo en lo que es nuestra  asignatura pendiente, circular por la dunas con soltura y no dando palos de ciego.

Dormimos ( lo de dormir es broma) en el Reina Cristina y como era de esperar Alberto y yo tenemos una «frecuencia» de ronquidos incompatible, ninguno de los dos dormimos  y a partir del día siguiente cada mochuelo dormirá en su olivo.

Día 1-12-12

A las 9 de la mañana en el muelle de carga conocemos a Xavier y a los que serán nuestros compañeros de fatigas en los próximos días. Carranquita compañero de Xavi en el HDJ 80, Marcial y Hamilton en HDJ 80, Harro también en un 80, Santi y Carlos en el 155 y Alberto y yo en el 120. Rápidamente conectamos los unos con los otros, lo que afortunadamente será una constante a lo largo del viaje.

Pasamos los pasaportes en el barco y cuando desembarcamos en Tangermed  pasamos los papeles de los coches,  no somos más de diez coches  en espera, pero tardamos más de una hora en pasar, son muy poco diligentes y muy, muy pesados, sobre todo muy muy pesados.

Con los papeles en regla partimos hacia Midelt, tenemos por delante unos 650 kilómetros de carretera y mas carretera, pero es lo que toca para llegar a lo que deseamos.

Estamos llegando a Meknes, donde tomaremos el desvío a Midelt, cuando una llamada telefónica nos pone al corriente de que la carretera está llena de nieve y cortada justo por donde debemos pasar. Xavier confirma el asunto y el problema nos obliga a dar un rodeo y hacer 300 kilómetros más de los que tocan. Tenemos que bajar por carretera bordeando el Plateau du Rekkam. Como las desgracias nunca vienen solas Marcial nos dice que ha pinchado la rueda trasera derecha, cambiamos la rueda y a los pocos kilómetros  de nuevo pincha, ahora la trasera izquierda. Hace un frio que pela y nos llueve, estamos cambiando la rueda y se rompe el gato hidráulico, no se puede pedir más, también observamos que no es un pinchazo, si no que los tornillos de estas llantas Braid antidesllante  tienen las cabezas de los tornillos literalmente  segadas  y lo que ocurre es que pierden aire a borbotones por falta de apriete. Por teléfono Xavier busca y encuentra unas llantas de aluminio para el Hdj que le instalaran en Erfouz.

La carretera es infame, una mísera tira de asfalto mojado por la lluvia, llena de baches y con bastante trafico de frente que hace que los últimos 100 kilómetros sean como para olvidarlos. Por fin llegamos al hotel Taddar que nos da de cenar (gracias a la gestión de Xavi) a pesar de la hora intempestiva a la que llegamos y nos vamos a la cama a la 1 de la madrugada con el cuerpo hecho escombros.

Día 2-12-12

Hemos dormido de un tirón y tras desayunar abundantemente partimos para el Erg Chebby, la arena nos espera.


Una parada para contemplar una kasbah que confunde sus ruinas en el entorno de una montaña sobre el oued, unas cervezas, unas fotos  y a seguir camino.

Ya estamos sobre la arena , bajamos presiones 0,9 para empezar y Xavi nos da la primera lección de cómo afrontar  las dunas por la parte más lógica,  manejo del gas, inercias etc., etc.  Encaramos las primeras dunas, todo va perfecto, es muy fácil seguir las roderas de alguien que sabe en todo momento que es lo que hay que hacer . Cada vez hacemos  dunas más altas hasta llegar a la duna que Xavi denomina «Sabor Superior».

Si lo que quiere es impresionarnos, lo ha conseguido. Es una montaña de arena  enorme y nos dice que subiremos sin problema y así es. Naturalmente él conduce al grupo. Cuando rompemos la cresta ondulada de la duna y nos asomamos a la bajada casi nos da algo, tenemos por delante unos 150 metros de pendiente con una inclinación de 30º grados que a unos 50 metros se convierte en una inclinación de 37º . El coche de Marcial  tiene problemas para rebasar la cresta y mientras se le da un eslingazo se  hace de noche , mejor , así no vemos por donde tenemos que bajar… que la cosa tiene tela.

Por fin nos toca bajar y hay que hacerlo acelerando, poco a poco pues la trasera tiene la intención de adelantarnos en cualquier momento de duda.

No nos queda adrenalina, la hemos consumido toda en la bajada, al menos  eso creemos pues no sabemos lo que nos espera el resto de los días de curso de dunas .

La vuelta para llegar al hotel  bordeando el erg es  un infierno, es de noche, la polvareda es de tal magnitud que hay que dejar por lo menos un kilometro de distancia para ver algo. Llegamos al hotel Tombuctú , una buena ducha  y a degustar la consabida harira y el tajim de rigor, ya se sabe la comida en los hoteles es a piñón fijo. Después de la cena un té a la menta y nos vamos a la cama que mañana promete ser un día fuertecito.

Día 3-12-12

Desayunamos ponemos gasoil, cogemos un poco de leña (esta noche acampamos)y a las dunas, hoy empezamos a abrir los novatos, primero sobre dunas bajas. Empiezan Santiago y Carlos que lo hacen de lujo, Xavi les hace  las correcciones oportunas pero en general lo hacen bien, después lo hacemos nosotros sobre dunas un poco más grandes y desde luego cometemos errores  pero al menos no nos quedamos empanzados, creo que hemos aprendido un par de lecciones básicas. Todos los compañeros hacen el ejercicio.

Cuando llegamos a las inmediaciones de las dunas grandes nos paramos para analizar las posibles vías de subida a la duna, no es nada fácil interpretar el camino a seguir, Xavi nos va examinando y unos se acercan más que otros a la posible línea optima de  subida.

A la hora de la verdad dejamos que sea él quien tome la delantera para ver como se mueve en ese territorio, pues estas dunas «gordas» dan mucho respeto. Hasta seguir sus roderas es complicado, hay subidas muy exigentes para los coches, los motores rozan las 4.000 vueltas.

Una paradiña para comer con una vista impresionante del erg y continuamos camino.

Santiago ha desllantado, nos estamos moviendo con presiones de 0,9  – 0,8 , mejor no mirar el balón de las ruedas a esas presiones (dan miedo). Hay que ser cuidadoso con los giros bruscos o con los apoyos en giros cerrados. Ponemos el airjack para levantar el coche, limpiamos la llanta lo mejor posible de arena,  la ajustamos sobre todo en la parte de la válvula y damos aire. Cuando la rueda llega a 1,3 Kg  talona y queda lista parta seguir. Nunca hubiese imaginado que era tan fácil solucionar este problema con nuestros limitados medios.

La cosa se está poniendo seria, tenemos una subida de las que dices «por ahí el coche no sube» pero sí que sube, a pesar de que la arena está un poco blanda en esa zona, es sencillamente alucinante.

Nos cuesta varios intentos, pero tomando carrerilla desde una especie de meseta donde haciendo una especie tirabuzón (al más puro estilo Dakar )encaramos la duna con velocidad, de frente y «para arriba» como diría nuestro compañero Santiago ¡¡¡¡ Joder que situación !!!!!.

La tarde discurre como la mañana, dunas arriba …dunas abajo, notamos que cada vez estamos más sueltos a todos los niveles . En un día hemos aprendido más que en años de tanteos inseguros, pero la jornada toca así fin , esta anocheciendo.

Elegimos una duna alta para instalar el campamento con una vistas espectaculares del erg y de las poblaciones que lo circundan. Montamos las tiendas y empezamos a sentir el frio de las noches del desierto. Encendemos un buen fuego y hacemos una barbacoa para todos que como siempre sale muy buena, eso sí adornada con unos vinos de la tierra… de la tierra del Duero claro…

No hay quien se separe de la hoguera , está claro que la copiosa nevada un poco más al norte nos trae un ligero viento absolutamente gélido. Intentamos ponerle remedio con una botella de Curvasie que Harro ha traído y con otra de Alberto de Chivas pero solo nos calientan por dentro que ya es bastante. Carranquita nos cuenta unos dos millones de chistes a cual mejor y los demás contamos media docena entre todos pero la voluntad es lo que vale y el buen ambiente entre todos es de lo mejor.

Día 4-12-12

¿Qué noche la de aquel día ! que dirían los Beatles. Durante la noche hemos llegado a los 0º y aun vestidos y dentro del saco hacia un frio más que respetable, aun así en mi caso he dormido del tirón toda la noche, me consta que otros no pudieron conciliar el sueño con tanta facilidad.

Un buen desayuno, recogida de bártulos y a por más dunas. La historia se repite, bajadas de infarto y subidas que se nos antojan verticales. Estamos saliendo de una gran duna  y la arena que está muy blanda nos empotra en un arbusto que deja su marca en el capó del coche. Tenemos que eslingar el arbusto seco y desmontar con la pala el montículo de arena  para poder continuar.

Una duna alta se nos está resistiendo, Harro desllanta,  al meter el air jack se pincha (se hace un buen 7) tenemos que poner el gato que trae el coche de serie pero es un poco más laborioso, incluso hay que sacar arena de debajo del coche, en fin que perdemos un buen rato. Al final también podemos superar la dichosa duna. Hemos perdidobastante tiempo y también hemos pasado un buen rato comiendo, está claro que los excesos de la noche anterior están pasando factura. Lo más importante es lo que lo estamos pasando en grande.

Santiago a vuelto a desllantar (menudo día llevamos) y además lo ha hecho a conciencia pues está metido en un «guá». Conseguimos «restablecer el orden» pero se nos hace de noche una vez más, ya se está convirtiendo en una costumbre, pero como somos un poco «masocas» en el fondo a todos nos gusta.

De nuevo el Tombuctú nos espera con un menú que jamás habíamos degustado en Marruecos… a base de harira, tajin, cus cus y verduritas hervidas ¡Joder que situación!

En fin, lo importante es la compañía y las experiencias que estamos viviendo  y esas son de primera especial. Un té a la menta, un rato de tertulia y a dormir que al menos esta noche dormiremos calentitos .

Día 5-12-12


Hoy para «desengrasar» de dunas la organización nos tiene preparada una ruta digamos «normal».

La primera visita es para «La Cárcel Portuguesa» se trata de una pequeña montaña que en su interior alberga un cráter, que de forma natural, recogía el agua de lluvia. Una parte del cráter estaba abierta por lo que el agua salía por aquella brecha y se desperdiciaba. Los portugueses trajeron esclavos negros y fabricaron un muro (en la parte de la brecha del cráter) de seis metros de alto por dos de ancho. Naturalmente todo esto es una leyenda y no se sabe si esto es o no cierto. Lo que sí es verdad es que el lugar es muy curioso.

Pasamos por un punto que Xavi tiene en el recorrido para recoger leña para la acampada de mañana por  la noche, aunque todo indica que no hará tanto frio como la noche anterior a todos nos gusta estar sentados delante de un buen fuego. Atravesamos algún chott y el oasis Mharch. También cruzamos alguna zona de arena hasta llegar  a una Kasbha en ruinas construida sobre los cimientos naturales a base de grandes rocas. Está situada como no podía ser de otra forma en un lugar estratégico dominando todas la llanuras que la circundan, le dedicamos unos minutos hacemos unas fotos y a comer.

Por la tarde tengo la oportunidad de conducir el coche de Marcial un HDJ 80 con unas suspensiones con amortiguadores dobles y regulables que además de ser «la leche» cuestan una fortuna. Es bestial, no existen los baches, una pista  llena de bañeras que nuestros coches pueden pasar a 60 km/h con sufrimiento, este coche los pasa a 110 sin inmutarse, solo hay que tener mucho cuidado trazando las curvas, pues la zaga «se enfada» si no la metes con suavidad…  (valga la expresión). Impresionante. Se lo devuelvo a su dueño pues consumir este tipo de «cosas» seguro  que pueden crear adicción.

Esta noche nos hospedamos en el Chergui, buena cena pero el bufet ya no es ni de lejos lo que era, sobre todo en variedad. Como ya es costumbre un ratito de conversación delante de un té a la menta y nos vamos  a dormir, que mañana tenemos sorprendentemente más dunas.

Día 6-12-12

Madrugar es lo nuestro de modo que tras desayunar, con el amanecer estamos en marcha duneando. Xavi sigue  intentando trasmitirnos sus conocimientos poco a poco con una enorme paciencia. Seguimos con la formula de ir alternando los que abren la marcha. Marcial desllanta y aunque Alberto y yo ya hemos subido esa duna bajamos para aprender el sistema de inflar una rueda por medio de gas.

El asunto es primero levantar el coche, segundo quitar el obús de la válvula, tercero intentar colocar lo mejor posible la cubierta y limpiarla en su interior de arena, luego empapar con agua (mejor jabonosa) la superficie de la goma-yanta donde debe talonar entonces se introduce el gas en la garganta de la yanta y con otro espray se prende fuego al conjunto, la rueda debe talonar al instante, luego se coloca rápidamente el obús y se deja escapar el aire sobrante hasta la presión que queramos. Pero esta rueda no se ha debido enterar de la teoría por qué no lo quiere llevar a la práctica, hacen falta cinco o seis intentos para lograr el resultado apetecido, al final de la experiencia todos nos quedamos con el sistema de talonar mediante el compresor de aire, menos espectacular pero más seguro. Con tanto ensayo se nos ha hecho un pelín tarde comemos y de nuevo a la carga con mas dunas de todo tipo y tamaño, la verdad es que cada vez nos vemos mas sueltos y capaces por ejemplo de superar inclinaciones laterales dejando «chorrear» el coche hacia el interior de la hoya de donde ya sabemos que se sale con relativa facilidad, no forzando el coche hacia arriba que es donde está el riesgo. Tenemos controladas sobre todo la dunas  bajas y casi las medias, la altas las que están a 850 metros sobre el nivel del mar siguen pareciéndonos como mínimo complejas.

La tarde se escapa y acampamos en la terraza de una gran duna, encendemos la hoguera y nos sentamos cómodamente a contemplar el cielo cuajado de estrellas. La noche como preveíamos es más cálida que la anterior y bien abrigados y al amor de la lumbre el ambiente  es incluso agradable.

Preparamos una perola de callos con garbanzos y unos codillos con papas, no dejamos ni la muestra. La anécdota es que Harro (de nacionalidad holandesa) nos pregunta si seremos capaces de comernos «esas esponjas» naturalmente se refiere al afelpado de los callos, que por supuesto ni prueba, solo hay que ver la cara de asco que pone , pero los demás nos reimos de muy buena gana.

Unas ronditas de licor, Carranquita nos vuelve a hacer una demostración de cómo contar quinientos chistes del tirón sin despeinarse y cuando los vapores etílicos han hecho su efecto discutimos sobre política y de tonterías por el estilo. Xavi nos obsequia con una excelente queimada que le da un toque perfecto a la noche.

La temperatura es ideal y dormimos a pierna suelta toda la noche.

Día 7-12-12

Por fin veré el dichoso oasis de Oubira, tres años intentándolo y por una causa u otra no ha podido ser, Xavi nos advierte que tanto la gran duna como sus alrededores tendrán la arena muy machacada pues es la zona que todo el mundo hace en Chebby.

Se trata de bordear la duna denominada M por el oeste y hay que encontrar los pasos. Cada uno nos buscaremos la vida. En particular nosotros nos pasamos un poco del punto de giro, pero es que estábamos disfrutando como condenados. Retrocedemos por nuestros pasos y encontramos no sin dificultad el paso. Alberto con razón me recomienda ir más despacio pues estoy circulando en cuarta reductora por dunas medias que para unos novatos es ir demasiado rápido. La gran duna esta «pateada» tal como nos había advertido Xavi y el oasis pues eso… nada de nada, eso si ahora puedo decir «estuve allí» otra espina «desclavada» de mi corazón.

Este mismo día hacemos otras dos grandes dunas de paredes casi verticales, aun nos cuesta creer que los coches sean capaces de remontar esas paredes a cual más empinada y espectacular, como colofón a estas jornadas de dunas inolvidable

vemos desde una de sus cimas la puesta de sol. El regreso al Chergui donde nos hospedamos esta noche es haciendo una nocturna por dunas medias que nos ponen en algunos aprietos pues la arena blanda hace que nos deslicemos al interior de la ollas en inclinación lateral , pero como nos han enseñado metemos volante hacia la caída y gas para salir por el mejor lado posible.

De nuevo la nube de polvo para regresar al hotel bordeando el erg es tremenda, como la niebla más espesa que uno pueda imaginar, no hace ni gota de viento y el polvo se queda flotando en el aire durante una eternidad, de hecho por un momento estamos perdidos en una zona que tenemos completamente trillada y es que vamos circulando campo a través directos al punto ya que no se ve ni una pista, ni una rodera, ni nada de nada.

Por fin llegamos, cenamos y en el hotel unos músicos están dando un concierto de música africana, tocan  muy bien por cierto, estamos un buen rato disfrutando con sus sones hasta que el sueño nos vence.

Día 8-12-12

Esto se acaba. Carretera y autopista hasta Asilah donde dormiremos en el hotel Al Khaima en la costa.

Midelt, Azrou e incluso Meknes están cubiertas de una densa capa de nieve, la cháchara por la emisora hace que el viaje sea algo menos pesado. Paramos a comer en un chiringuito, nos ponen una kefta con cebolla y tomate a la parrilla estupenda y unas chuletas de cordero muy buenas, las aceitunas con la salsa picante que llaman sarisa están deliciosas, nos ponemos bien.

Continuamos camino y llegamos de noche a Asilah, recorremos el fuerte portugués que es el centro neurálgico de la pequeña población y su pequeña medina, turística al cien por cien y nos vamos a cenar al restaurante La Place donde nos esperan unos calamares, unas almejas, un par de lubinas salvajes y un gallo Pedro impresionantes, de los que damos buena cuenta. A los postres Xavi nos hace entrega de un CD con sus fotos del viaje, un plato de cerámica conmemorativo del viaje y un diploma que acredita que somos «unos figuras en dunas» (de ilusión también se vive) en fin que se lo ha currado en firme.

Día 9-12-12

Santiago y Carlos han salido antes pues quieren pasar la frontera por Ceuta, nuestro amigo Harro lo hizo ayer, de modo que solo quedamos tres de los cinco coches.

Desayuno y a Tangermed, pasamos los pasaportes y luego nos pasan el nuevo escáner para vehículos que parece ser detecta el calor de posibles polizones. Tal como ocurrió a la venida somos una docena o menos de coches y aun así tardamos una hora en pasar. Embarcamos y descansamos en cubierta al sol pues el día es perfecto.

Ya estamos en suelo español, nos despedimos de nuestros nuevos amigos a los que esperamos ver muy pronto.

El viaje de vuelta perfecto ni una sola retención ni siquiera un tráfico espeso. Hacemos una parada en Lucena para tomar un bocado  y a las 9 ,45 en casa.

Es casi imposible en una crónica como esta trasmitir las fuertes sensaciones que hemos vivido en estos días de la mano de Xavier Raventós al que desde estas líneas quiero agradecer su buen hacer, su profesionalidad, su capacidad para trasmitirnos sus conocimientos, su inagotable paciencia y el saber estar siempre donde hacía falta, resolviendo los problemas que siempre generan estos viajes.

Recordar con mucho cariño a nuestros compañeros de viaje, que a los diez minutos de conocernos ya parecía que fuésemos amigos de toda la vida. Hemos disfrutado como críos y seguro que repetiremos.

Inshala

Madrid, 13 de diciembre 2012

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