RAID P. CONSTITUCIÓN 2011 ESPECIAL DUNAS (Curso) por JUAN BAEZA (Madrid) Discovery 3 G4

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RAID PUENTE DE LA CONSTITUCIÓN 2011.

¡Aventura al Límite!: el lema elegido por los organizadores es todo un acierto. Hemos disfrutado de un auténtico viaje de aventura, diversión, convivencia y aprendizaje.  Aun conociendo el lema ya mencionado, la verdad es que no imaginé que íbamos a alcanzar la cima de las dunas más altas del Erg Chebbi y menos aun bajar algunas como la Duna que Xavi bautizó con el sugerente nombre de Sabor Superior; cuando nos aproximamos todos los participantes al borde de su impresionante bajada con una pendiente que daba vértigo con tan solo asomarse, no faltaron miradas interrogantes que hablaban por nosotros sin necesidad de abrir la boca: ¿de verdad que vamos a bajar por aquí? ¡Pues sí que bajamos, sí, y os aseguro que la descarga de adrenalina es apabullante!.

Tampoco es que nada más llegar nos enfrentásemos a esas auténticas pirámides. El grado de dificultad, bien elegido, pues no en vano se trataba de un curso de aprendizaje de conducción en dunas, fue de menos a más. Así, recuerdo que el primer obstáculo que abordamos en la jornada inicial  fue un talud medianito, de unos cuatro o cinco metros de altura, pero con la suficiente pendiente como para que pareciese una auténtica pared que debíamos atacar desde abajo. Y para los que ya tienen experiencia en este terreno saben de lo que hablo: aproximarse con la velocidad justa, dar gas en el momento oportuno para que el coche suba fácil y cortar a tiempo antes de provocar el poco recomendable salto en la cresta pero no tan pronto como para quedar empanzado en ella. Fuimos realizando esta maniobra de uno en uno, saliendo en parado y observando las reacciones de los que nos habían precedido o de los que atacaban el talud después que nosotros. Pues bien, al día siguiente, según iba “duneando”, caí de pronto en la cuenta que estábamos superando obstáculos mucho más difíciles que el descrito, y lo hacíamos con toda naturalidad, disfrutando a tope de esa indescriptible sensación de suave deslizamiento que produce la conducción ágil sobre las dunas.

Y qué decir de algunas hoyas en las que Xavi “nos obligó” a entrar. Recuerdo una en concreto, con forma de auténtico embudo, profunda, de paredes muy verticales, en la que había que entrar y salir por el lado opuesto dando gas a tope: de verdad que lo hice con absoluta fe en Xavi, que había pasado por delante de mí, pues en otro caso jamás se me hubiera ocurrido que se podía entrar y salir de ella con tanta soltura.

Pero que nadie se confunda y menos se confíe, si bien es cierto que las dunas son menos difíciles de lo que parecen,  hay que estar absolutamente concentrados en las crestas, las ondulaciones, los escalones que pueden hacernos saltar o clavar el morro del coche, los cortados que nos pueden sorprender donde menos lo esperas…pero cuando poco a poco y jornada tras jornada vas superando los diferentes obstáculos que han ido apareciendo en la ruta, la satisfacción va en aumento y el tiempo pasa sin darte cuenta.

Si a todo esto añadimos el descanso en unos hoteles que son auténticos oasis de confort, la convivencia en las noches de vivac con risas alrededor del fuego en un grupo bastante homogéneo en el que se han forjado nuevas amistadas con las que compartir futuras aventuras, la atención y diligencia que Xavi y Vanessa  nos han prestado en todo momento, la profesionalidad de Angel interviniendo rápida y eficazmente en las pequeñas incidencias mecánicas surgidas (no olvidemos que los coches son sometidos a exigentes pruebas), el resultado es sobresaliente, de verdad.

Gracias a todos por estos días tan magníficos, que pienso repetir. Y para quien se lo esté pensando, que no lo dude: ¡aventura al límite!.

                                                                                               Madrid, 15 de diciembre del 2011.

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